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La mejor postura antiálgica

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jueves, 28 de febrero de 2013

NO RELIGION

En el día de autos ambos litigantes acuden con sus mejores discursos  al careo que tiene lugar en los juzgados de mi huerto.
Mr Papa no sólo no convence, sino que es objeto de un severo abucheo por parte de la concurrencia que le tilda de inhumano -ya que no hay nada más humano que la duda-, de ingenuo y débil, de ridículo fósil que, con ropajes de paranoia más digna de Moebius que de Prada, quiere representar un no sé qué de fábula legendaria que, si se ha resistido a desaparecer, no es sino a base del ejercicio del poder, de la violencia y de la mentira en un pasado no tan lejano. Arrogados con el derecho de convertir el maravilloso misterio de la vida en una burda cadena de necedades insostenibles. Almas débiles que creen en lo imposible. Obstinados además en llevar su credo de atroz historia encerrado en su cofrecito de oro bruñido. Apostolado de muerte. Iglesia de la desazón y la desigualdad. Sufre aquí, y no te quejes pues tuyo será el reino de los cielos. Ejercicio de estupradores de jóvenes. Emparedadores del verdadero cielo estrellado. Oh my dog!!!!! pobre Giordano Bruno. Cómo! Cómo se atreven. Cómo os atrevéis. Falsificadores del alma. Reyes de la intolerancia. Eppur si muove!!!!!! Asesinos.
Me enciego....
El caso es que ya dentro de las salas de lo contencioso penal. Mr Papa deja escapar su alegato en un hilo de voz casi inaudible, musitado, silbado. Algunos sienten lástima por lo provecto de la imagen que proyecta, pero el magistrado espanta la ñoñería con un par de sonoros golpes del mallete de fresno barnizado. No sé qué se le escucha de que las aguas iban revueltas... Chorradas de un tirano débil en su senectud. No habrá clemencia. Así que los alguaciles acallan la sala y citan al segundo litigante, quien con apostura displicente asciende a su escaño mientras la banda afina sus instrumentos.
Con todos ustedes....
Mr Van Morrison.

NO RELIGION



We didnt know no better, and they said it could be worse
Some people thought it was blessing
Other people think that its a curse
Its a choice between fact and fiction
And the whole world has gone astray
Thats why theres no religion, no religion, no religion here today

And theres no straight answers
Of what this thing called love is all about
Some say its unconditional
Other people just remain in doubt
Well I cleaned up my diction, I had nothing left to say
Except theres no religion, no religion, no religion here today

And they ask what hate is
Its just the other side of love
Some people want to give their enemies
Everything they think that they deserve
Some say why dont you love your neighbours
Go ahead, turn the other cheek
But theres nobody on this planet that can ever be so meek
And I cant bleed for you
You have to do it your own way
And theres no religion, no religion, no religion here today

And they ask what hate is
Its just the other side of love
Some people want to give their enemies
Everything they think that theyVer blog deserve
Some say why dont you love your neighbours
Go ahead, turn the other cheek
But have you ever met anybody whos ever been the meek
And its so cruel to expect the saviour to save the day
And theres no religion, no religion, no religion here today

And theres no mystery, and theres nothing hidden
And theres no religion here today

And theres no religion, no religion, no religion here today



Finalmente, el patético pescador de almas, el Pedro transfigurado, se doblega y acaba por mover sus carmesíes sandalias de rico brocado al son del salmo de este vitalista irlandés tan cargado de razones.


Améééééén.


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sábado, 16 de febrero de 2013

POEMARIO SENCILLO




VERSOS Y ORACIONES DE CAMINANTE
XVIII


Que se quede así ya
-desnudo y vacío- el corazón.
¿A qué vestirle de nuevo,
a qué otra vez colmarle de amor
si otra vez, al fin, ha de venir el tiempo
a llevárselo todo como un ladrón?

El viejo León Felipe, farmaceútico y republicano, caminante y pastor, zamorano universal.




POEMAS DE A.C. XVII


Ojalá mi vida fuera un carro de bueyes 
que chilla de madrugada por el camino,
y que después para de donde vino vuelve
casi al anochecer por el mismo camino.

Yo no debería tener esperanzas -debía solamente tener ruedas-...
Mi vejez no tendría arrugas ni cabello blanco...
Cuando ya no sirviera, me quitaban las ruedas
y quedaba volcado y partido en el fondo de un barranco

El esquizoide Alberto Caeiro, máscara y heterónimo, pastor y filósofo, guardador de ovejas, agnóstico e hiperestésico.




RECOGE LA LUZ DEL SOL CON LAS MANOS
SI TE SINTIERAS TRISTE


Cuando te sientas triste,
recoge con las manos ahuecadas
la luz del sol que penetra
por la abertura de la puerta
y llévatela a la cara 
una y otra vez.
Ese calor
es un calor de madre.

Tu madre se esfuerza, ¿no es cierto?
musito mientras me levanto

Toyo Shibata, nonagenaria y poeta seminal, comedora de sushi y de ballenas, recogedora de
pensamientos fugaces.





POEMAS DE ALBERCA,
XII


Pasó el tiempo del dolor,
hoy la huerta está
radiante de frutales;
el agua conoce los caminos
y entona sus cantares 
bajo el sol.

Amalfitano Espinoza, guardador de libros, espeleólogo poetril, sombra insoluble.






jueves, 14 de febrero de 2013

One more time: STEVEN WILSON

THE RAVEN THAT REFUSED TO SING

The first time you watch this "short" you will be absolutely stuck with the images and plot, but from that point on, you won´t be able help but listen to again and again this hypnotic tune. Enjoy the moment -one more time-  with this genius: Steven Wilson,






Sing for me,
Sing for me.
You can come with me;
You can live with me.

Heal my soul,
Make me whole.

Sister, I lost you,
But you were still a child,
But I need you now,
And I need our former life.
I’m afraid to wait,
I’m afraid to love.

But just because I’m weak,
You can steal my dreams:
You can reach inside my head,
And you can put your song there instead.
Please, come to me.
Please, stay with me.

Please,
Sing,
Cry,
Cry.

Sing to me, raven,
I miss her so much.
Sing to me, lady,
I miss you so much.

Sing to me, raven,
I miss her so much.
Sing to me, lady,
I miss you so much.

Sing to me, raven,
I miss her so much.
Sing to me, lady,
I miss you so much.

sábado, 2 de febrero de 2013

DAVE BRUBECK






Así como aquellos que defendían (entre ellos Unamuno) que la realidad de Don Quijote era tan rotunda que fuera él quien se inventara a Don Miguel de Cervantes, así le ocurre a Dave Brubeck con “Take Five”.
El hecho de que esta pieza fuera la más pegadiza de su álbum “Time Out” (1959), hasta el punto de que se adhiere como melaza a la memoria musical de quien la escucha, y no te abandona con su tema pianístico inundándolo todo a su paso, da a pensar a gran cantidad de aficionados -poco meticulosos- que esta maravilla, ya convertida en estándar desde el primer segundo que fue compuesta, saliera de las meninges del pianista. 
Pero no.
No.
Porque TAKE FIVE es producto del genio de... Paul Desmond. A la confusión nos lleva el hecho de que el combo de amigos "Desmond-Brubeck" se eternizara  en su cuarteto habitual interpretando la tonada mil y una veces hasta la muerte del saxofonista en 1977.
El disco Time Out, donde Take five aparece por vez primera, fue producto de una gira del grupo por Eurasia llevados de la mano del Departamento del Estado de USA, cuando en  tiempos de la Guerra Fría llevar el jazz a aquellos lares era como abrir fábricas de Coca Cola en Berlín (os acordáis de Uno, dos tres, de Billy Wilder?). Y quizás la pieza del disco que más responda a lo anteriormente dicho sea Blue Rondo a la turk, que como su nombre indica le fue inspirado al pianista al escuchar los compases tan extraordinariamente distintos de los zocos de Ankara.
El bueno de Dave Brubeck nos dejó hace muy poquito, escasamente dos meses: el  5 de diciembre de 2012. Curiosamente el mismo día que lo hiciera mi madre dos años antes. Lo convoco en esta tarde "sobrecogedora" y lluviosa de sábado con mi agüija particular y le agradezco que me dedique “Three to get ready”, o que me eche un guiño de complicidad cuando se le cae la ceniza sobre mi alfombra en medio de su solo de Strange Meadow Lark.










A Dave Brubeck llegué durante mi primer año universitario, de la mano de Gabriel, un compañero de conocimientos dispersos, nada modesto e intelectualmente inofensivo. Supongo que cuando me dejó aquel disco “We´re together again for the first time”, no intuía que me estaba  regalando un one way ticket (sin retorno) hacia el mundo del west coast jazz. Desde entonces Mulligan y Desmond se convirtieron en mis soleados saxofonistas de la costa oeste, tan lejos de los clubes oscuros y bulliciosos de Nueva York, o Nueva Orleans donde me enfangaba escuchando a otros dioses negros llamados Dizzy, Coltrane, Miles y Parker.


Gaby habría leído en algún sitio que aquel pianista era uno de los pocos que podían interpretar a la perfección dos melodías distintas, una con cada mano, sobre el teclado. Supongo que lo entendió mal, y que lo que intentaba decirme era que Dave Brubeck era un malabarista con los “tiempos” de sus compases; de ahí además el título del disco del año 1956 Time Out
No quiero restar mérito alguno a los esfuerzos de mi orondo amigo. Bastante tuvo con  destacar a Brubeck como poseedor de unas facultades extraordinarias. Bastante con que lo hiciera en aquella época en la que el oráculo de internet ni siquiera se intuía. Y bastante también, y nunca suficientemente agradecido, con que socializara sus parcos conocimientos jazzísticos con aquél introvertido compañero de clase que le había deparado el curso 90-91.