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Suena el despertador. Me sobrecojo.
Un racimo de sueños se arrebuja
en la postrer estela del bostezo.
Sentado en la cama, se me abre el día
preñado de todo y nada, voraz
y tierno al mismo tiempo. Sincopado.
Me visto, tomo el té, que me hace falta
tanta como el resto de vacuos ritos
a los que inmolo este fugaz presente.
Tantas cosas: el trabajo, comidas,
proyectos que nada serán el jueves,
un corte de pelo, quizás un cine;
todo quedará en nada a menos cuarto.
Espero que durante tanto día
tenga tiempo de pergeñar un verso
sobre la cara interna de tus muslos.
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Suena el despertador. Me sobrecojo.
Un racimo de sueños se arrebuja
en la postrer estela del bostezo.
Sentado en la cama, se me abre el día
preñado de todo y nada, voraz
y tierno al mismo tiempo. Sincopado.
Me visto, tomo el té, que me hace falta
tanta como el resto de vacuos ritos
a los que inmolo este fugaz presente.
Tantas cosas: el trabajo, comidas,
proyectos que nada serán el jueves,
un corte de pelo, quizás un cine;
todo quedará en nada a menos cuarto.
Espero que durante tanto día
tenga tiempo de pergeñar un verso
sobre la cara interna de tus muslos.
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Eskurridizo primo. Habéis de saber que antes de vuesa persecutiva búsqueda que, qué bien que llegaron las palabras para poner adjetivos a nuesos torpes y reales intentos, anduve idiota mucho tiempo olisqueando-os. Malditas penínsulas sin istmos. Ahora me encuentro aterrorizado por la sorpresa. Te aseguro que, ...perdón, le aseguro a vuesa merced, (...por no perder el riptus...)lo último que hubiera esperado fueran tus palabras, tus exageradas, delicadas y excesivas palabras. En mi pequeño cubito de basura no es de costumbre recibir de asiduo a visitas tan queridas en la distancia. En mi cubito de basura no se cuelan uno así como así..., gracias. Te olisqueo, ahora pues, desde el principio de tus huellas, encontrándome y desencontrándome, sumergiéndome en un viaje de impresiones, imágenes, leyendas, recomendaciones y poemas. Una rayuela de giros y palabras, de instantáneas de luz a mediados de febrero, de tragos y sobremesas, ...una ardua tarea para un ignorante reo.
ResponderEliminarUn regalo de un anónimo e inquieto pariente: IRON&WINE: the creek drank the crandle
Gracias por aparecer. Gracias por las pistas.
Le sigo pues.
Y habrá de perdonar vuesa, mi torpeza en estas lides tecnológicas que nos convierten en tan cercanos como marcianos.
Un placer.
Sabes qué ha pasado???? Que el jodido futuro ya ha llegado. No hay naves holísticas ni eurísticas sobrevolando la ciudad, pero los chinos ya están aquí como pronosticara Blade Runner, pero sobre todo, Jacobs y Gates han abierto los puentes para que yo irrumpa en tu mundo y tú en mi mundo. Qué es esto?? Desde aquella infausta tarde en el monte Arraiz, o alguna ocasión más muy borrosa, seguro que nos hemos pensado, hasta el punto de convertir esos recuerdos incluso en carne de poema. Pero los mundos eran estancos, sin istmos y sin puntos de encuentro. Ahora de repente te tengo en mi cajón "desastre" que es mi huerto, y te doy la llave de mi ADN sensorial. Es fácil abarcarlo pues soy una tabla que no ofrece resistencia a la hermeneutica. No así tú, querido Eskuredo, afín al gongorismo culterano y a la imagen bella e intrincada. Una montaña rusa de sensación verbal a la que quiero volver a subir en cuanto de ella me bajo. Peligra en convertirse en juego de ping pong, pero las gracias te las devuelvo, entre otras cosas por dejarme irrumpi con mi torpeza en tu tienda de cristal de murano, y desde luego por honrarme con tu entrada en este huerto tan descuidado, tan silvestre, y tan de sastre. No sabes cómo me ha gustado encontrarte acurrucado tras este poemilla modesto que a mí tanto me gusta. Un esbozo de endecasílabos blancos de feliz desenlace entre los muslos de mi señora. No sé si ha sido al azar o es que te haya también gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.