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La mejor postura antiálgica

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jueves, 28 de octubre de 2010

J.G. de B.

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Este inicio de NO VOLVERÉ A SER JOVEN siempre me ha sobrecogido, y me ha hecho enormemente atractiva la voz y profundidad de Jaime Gil de Biedma.
Cómo no, tuve que ver la película. Ya ni sé cuántos meses han pasado desde su estreno. Y aunque la disfruté y celebré en un primer momento, luego me fue quedando un poso incómodo hasta el punto de llegar a recordar algunas escenas como una caricatura ridícula de Jaime.
Volví pues a sus poemarios para restañar tanta imagen, y quedarme con la voz limpia y con el mensaje que siempre me había llegado de él. Su sensibilidad y compromiso.
La película claro que me aportó. Y muchó. Acercarse a este hombre, con sus múltiples vidas -la profesional, la literaria, la íntima- no ha debido ser tarea fácil. Pero al final había algo que me chirriaba, y tuve que volver a la lucidez de su negro sobre blanco.
Más tarde, recorriendo con la vista la mesa de novedades de la Librería de Deusto, me topé con EL ARGUMENTO DE LA OBRA, "Correspondencia de J. G. de B." en Ed. Lumen. Y en ello estoy.
Si a la del 27 se la llamaba  la Generación de los "amigos", qué decir entonces de todos estos hijos de la burguesía acomodada del franquismo, pseudo marxistas y opositores al stablishment de su tiempo sin embargo; amiguísimos también como se demuestra en esta correspondencia tan instructiva y reveladora. Todos ellos cumplidores con su obra y con las labores de sobre, papel, pluma y sello. Cartas cruzadas y abundantes entre el mentado y Carlos Barral, Juan Marsé (firme crítico a la película), Caballero Bonald, Jose Angel Valente, Angel González, Joan Ferraté, Paco Brines, Esther Tusquets, Pere Gimferrer, Castellet, María Zambrano...
Un botón:
A Joan Ferraté.

Barcelona 6 de abril de 1962.

"...a los 32 años uno no se hace ya muchas ilusiones acerca de su vocación, pero precisamente por eso mismo le gustaría poder vivir de ella. Mi gagnepain cada vez me aburre más -realmente trabajar es insoportable- y ya no puedo seguir haciendo por más tiempo de joven prometedor: tendría que convertirme en un up-and-coming executive y adquirir el gusto del poder y del dinero, y eso no me gusta y me asusta."

Resulta formidable sentirse un intruso que entra a hurtadillas en el estudio de Gil de B. y abre su bureau e irrumpe en sus secretos, en sus cartas, intimidades, revelaciones. Qué encuentro? Un gusto exquisito, una amistad desbocada, una dedicación absoluta a su vocación de vate, un sometimiento también a su labor profesional en Filipinas en la fábrica de Tabacos de la familia, un desgarro sentimental por su condición sexual en un tiempo de españoles pleistocénicos. Y literatura, mucha literatura. Encuentro sus fuentes, a veces difíciles de rastrear acudiendo sólo a sus poemas. Por lo que me está siendo muy enriquecedor saltar de sus cartas a sus versos y ver la tramoya desde la que se ha alzado la forma, el título, los temas, las dedicatorias...
...la lucidez. Otro botón. Acerca de Apología y Petición del que transcribo unos versos más abajo:

"...lo que sobre todo me interesaba en ese poema...era demostrarme a mí mismo...que sólo mediante un esquema formal enrevesado, y lo más gratuito posible, puede hoy un poeta español escribir un poema sobre España que no resulte absolutamente tonto, por la sencilla razón de que es imposible escribir sobre España un buen poema moderno...Créeme, jamás escribiré sobre España en verso suelto -¿Cómo pretender a la autenticidad y. a la vez, pretender que ignoro lo que el lector sabe muy bien que yo no ignoro?"

Contemplo sus viajes, sus estancias en U.K. en París, el dominio del inglés y del francés que le abren de par en par las puertas a su adorado Baudelaire, a Mallarmé, a Eliot y a Auden. Pero también su afán y admiración por el Cántico de Jorgue Guillén. Y luego, cómo aborda la renovación pisando recio en la tradición, en Espronceda por ejemplo, su permeabilidad con Góngora o con la métrica medieval española para crear, dado el caso, las sextinas de APOLOGÍA Y PETICIÓN (ecos de Paco Ibañez entre las sienes, cierto?):

De todas las historias de la historia
sin duda la más triste es la de España
porque termina mal,...


Leer este libro y volver a sus poemas me ha resultado excitante durante mis días pasados de hospitalización.
Cierro con



DE VITA BEATA

En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y una hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia



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