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lunes, 19 de diciembre de 2011

EL COCINERO, EL LADRON, SU MUJER Y SU AMANTE


Hace mucho tiempo vi en el malhadado teatro Ayala esta magnífica película que luego corrí a comprar en VHS por tener su música conmigo, su imagineria  barroca y… a Hellen Mirren.
Peter Greenaway es un raro hacedor de cine que se esfuerza por salirse del camino transitado de las audiencias y el adocenamiento. Lo suyo le cuesta. Quiero decir, que como autor, querrá el máximo de ojos degustando sus imágenes. Sin embargo se convierte por decisión propia en un cineasta minoritario, vapuleado por gran parte de la crítica y por la mayoría del público. Pero, ¿puede hacer otra cosa? Cuando trabaja sus mimbres siempre le sale el mismo estilo de cesto. Por convicción. Compromiso artesanal de embarcarse en empresas que le permitan moldear sus ideas sobre el sexo y la muerte. La vida.
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El Cocinero… es una peli angustiosa, cerrada, encantada como una casa preñada de fantasmas, excesiva. La música de Mychael Nyman me embaucó desde el primer momento que la oí. Ese niño lavando la loza mientras interpreta un miserere.  El sonido ligado a la imagen con una maestría inquietante. La belleza visual de cada color que define cada objeto del escenario.  El vestuario. La comida.
Durante años esa voz y esa música siguen siendo fáciles de convocar por mi memoria.
Fue también pues un film de inciación que me abrió a la maravillosa música de Nyman antes de que irrumpiera con "El Piano", y a la bellísma Hellen Mirren; Bella  desde que se inició en la Royal Shakespeare Company y hasta las últimas interpretaciones de The Queen.
Greenaway-Nyman-Mirren. Triada fabulosa.













2 comentarios:

  1. Alucinada me quedé cuando lo recibí. Me vino a la cabeza la frase de Silvio "¿qué hago ahora contigo..?", que es su primera expresión tras el asombro. Me decía Manu la semana pasada (¿te acuerdas de él? compañero de Asturias) aquello de que lo cortés no quita lo valiente. Fantaseamos un rato con esa frase y en este ofrecimiento (el segundo en poco tiempo, a una deliciosa "traición") veo mucho de cortés, de valiente y de generoso. Pues ya está conmigo y también fluirá hacia ahí el río de las letras. No sé qué me gusta más, la sorpresa de recibir algo tan cercano y querido como Cortázar, o ese impulso justiciero del "a must have". Gracias en cualquier caso, señor de los Hayedos. Feliz me tiene.

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  2. I appreciate your words. Regards to Manu.

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