sábado, 16 de febrero de 2013
POEMARIO SENCILLO
VERSOS Y ORACIONES DE CAMINANTE
XVIII
Que se quede así ya
-desnudo y vacío- el corazón.
¿A qué vestirle de nuevo,
a qué otra vez colmarle de amor
si otra vez, al fin, ha de venir el tiempo
a llevárselo todo como un ladrón?
El viejo León Felipe, farmaceútico y republicano, caminante y pastor, zamorano universal.
POEMAS DE A.C. XVII
Ojalá mi vida fuera un carro de bueyes
que chilla de madrugada por el camino,
y que después para de donde vino vuelve
casi al anochecer por el mismo camino.
Yo no debería tener esperanzas -debía solamente tener ruedas-...
Mi vejez no tendría arrugas ni cabello blanco...
Cuando ya no sirviera, me quitaban las ruedas
y quedaba volcado y partido en el fondo de un barranco
El esquizoide Alberto Caeiro, máscara y heterónimo, pastor y filósofo, guardador de ovejas, agnóstico e hiperestésico.
RECOGE LA LUZ DEL SOL CON LAS MANOS
SI TE SINTIERAS TRISTE
Cuando te sientas triste,
recoge con las manos ahuecadas
la luz del sol que penetra
por la abertura de la puerta
y llévatela a la cara
una y otra vez.
Ese calor
es un calor de madre.
Tu madre se esfuerza, ¿no es cierto?
musito mientras me levanto
Toyo Shibata, nonagenaria y poeta seminal, comedora de sushi y de ballenas, recogedora de
pensamientos fugaces.
POEMAS DE ALBERCA,
XII
Pasó el tiempo del dolor,
hoy la huerta está
radiante de frutales;
el agua conoce los caminos
y entona sus cantares
bajo el sol.
Amalfitano Espinoza, guardador de libros, espeleólogo poetril, sombra insoluble.
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