Acabo de leer el Malogrado, y ahora estoy con El almuerzo en casa de Ludwing Wittgestein. De fondo oigo The kiss de Judee Sill. No me la puedo sacar de la cabeza. Me estoy obsesionando con su melodía al igual que Glen Gould con la variaciones Goldberg.
La letra podría ser de Santa Teresa de Jesús con el "amor surgiendo de la niebla, llenando sus sueños con rayos de fuego", con momentos de éxtasis absoluto como esas "estrellas explotando en el cielo", aunque esto ya seguro que se debía a sus clímax lisérgicos. Anyway, una pena lo de esta chica. Sus melodías maravillosamente barrocas me envuelven y me ponen muy triste. Al igual que otra voz prontamente segada, como lo fue Eva Cassidy, me sumerge en una profunda melancolía que me incita a dejar de escucharla para sentirme mejor.
Pero estoy leyendo a Bernhard, qué mejor ambiente que este The Kiss o Jesus was a Cross maker
martes, 11 de enero de 2011
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Una vida corta pero muchas desgracias. Cantaba muy bien y salió por otra puerta distinta a la de Eva Cassidy pero supongo que el desamparo de ambas (hacia el final de Eva) debía ser parecido. Yo tiendo a pensar en lo que fueron no en lo que serían o en que ya no son. Creo que algunas veces tampoco nosotros somos y lo auténtico de ello es lo que hemos sido. Un beso, Fructus. Y que disfrutes con la lectura.
ResponderEliminarCaray, apareció el hada. Bien. No te sobrecoge esta canción???. En cuanto a las lecturas... me llegan al cuello, tengo un abanico de libros empezados. Casi todos de cuentos. Jorge Ibargüengoitia, Erckman-Chatrian,...y...una tal Marisa López Mosquera. Sí, al fin Trama me lo envió. Curiosamente, tras leer Motivos para un Cuento Imposible, me dio por ir al cine para ver Balada Triste de Trompeta. A la vuelta estuve a punto de ponerme a Leoncavallo y acabar la jornada gimiendo con Domingo o Pavarotti. Un placer verte por estos huertos. Siempre.
ResponderEliminarAy pobre, tanta tristeza junta. Pero al menos el payaso manda a todo el mundo al carajo. Y eso es algo para celebrar, al menos como toque de rebeldía. Y sí me sobrecoge la canción, tenía una voz hermosa y un registro tierno. Qué pena, desde luego. La próxima semana te voy a echar de menos. Siempre te busco, inconscientemente, en las Conferencias. Entonces me doy cuenta de que no vas a estar y lo lamento. Espero que los cuentos de Marisa te entretengan. Está un poco loca pero lo agradece. Un beso.
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