reading along

reading along
La mejor postura antiálgica

Buscar en este blog

domingo, 2 de enero de 2011

THE MISFITS. VIDAS REBELDES

He despedido el año con Huston. Vidas rebeldes. No precisamente el mejor Huston. Estaba claro que el plantel de monstruos que hicieron esta película sólo estarían en estado de gracia si les rondaba la parca.
Así Clark Gable que moriría 11 meses después tras un agudo miocardio, o la propia Marilyn que casi en plena separación con Arthur Miller, dejaría el mundo por su mano no mucho después. Para ambos, The Misfits es casi su legado fílmico, sus últimas apariciónes en un film completo como protagonistas.
John Huston tendría que esperar a estar moribundo para rodar su obra maestra: Los muertos, o Dublineses, según se prefiera. Por cierto, aquí tenemos a MM leyendo ni más ni menos que el Ulysses.
Vidas Rebeldes se mantiene justamente por esas dos interpretaciones, Gable y Monroe. El primero llegó a decir que era la película en la que había actuado por vez primera, ya que en las anteriores, sencillamente, estaba. Y de M.M. Díos mío, que puedo decir. Que está fabulosa. Letra a letra, a-d-o-r-a-b-l-e. No sé si se equivocaba mucho en el rodaje, o si se olvidaba a menudo de sus frases, o si exasperaba a Gable con unos insufribles retrasos, pero lo cierto es que siempre me ha parecido una actriz inmensa desde su pequeña aparición en Amor en conserva de los Marx hasta  esta Roslyn Tabor.
Y luego está The Misfits como catalizador, esto es, como facilitador de el maravilloso reportaje fotográfico que hizo la agencia Magnum sobre el rodaje de la película. Et voilá una pequeña muestra.



Del resto, qué puedo decir, no soy muy Cliftiano, y de hecho me gusta mucho más el papel y la interpretación de Eli Wallach que la de Montgomery.  Me apena Gable a dos pasos de su muerte. Qué estupendas fotos dejó sin embargo con Monroe en ese desierto de Nevada, donde él mismo, el paisaje, se convierte en otro protagonista fundametal en la trama.
Veo en la escena de la caza del garañón la metáfora de la propia Marilyn enlazada por la fama, por su atractivo sexual, por su cliché de superficial y mala actriz, y por el lazo de su desamparo desde la niñez. Al final todos los lazos la doblegan y la tumban en medio del desierto de Nevada.

3 comentarios:

  1. espléndida entrada,Fructus.Te felicito,has conseguido despertar mi interés,aún cuando el género no es precisamente de mis favoritos-Estoy contigo en que marilyn,era adorable.
    saludos y féliz año 2011!

    ResponderEliminar
  2. Troyana, dudo que esta sea una peli de género. La veo más como una fórmula fallida que buscaba el éxito metiendo en la redoma a un director seguro, a unos protagonistas en su esplendor y a un guionista literariamente consagrado. No funcionó. Y me temo que la culpa es del último. Miller no supo lustrar un script que fulgurara como su mujer. Además, la época pacata de los sesenta embota las emociones sexuales de los protagonistas que se nos muestran casi irrisorias. Su preencia en el rodaje tampoco ayudó. Convidado de piedra de las juergas que se pegaba Marilyn a sus espaldas. Creo que Miller acabaría casándose posteriormente con una de las fotógrafas que envío Magnum para los stills de The Misfits. UUUUyyyy cuánto gossiping! Feliz año a ti también, y bienvenida

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo. Vidas rebeldes=marilyn+gable. Y sí, monroe se deletrea a-d-o-r-a-b-l-e.
    Gracias por pasarte por el blog.

    ResponderEliminar