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La mejor postura antiálgica

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lunes, 11 de abril de 2011

Mil Quecientos Ochenta y cuatro



El cine dentro del cine lo bordó nuestro gordito dilecto en La ventana Indiscreta. James Stewart nos ofrecía su mirada relativa para que la nuestra fuera una muñeca rusa que ofreciera un nuevo nivel en el acto de mirar lo que se desarrolla ante nuestros ojos.

 La literatura dentro de la literatura ya está más que ensayada desde que Don Quijote, en 1615, hojeara una edición de sus aventuras de 1605.
Vargas Llosa  nos presentó en la página menos uno de su Tia Julia, a Salvador Elizondo concentrado en su mantra "Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme que escribo. Etc..."
Vila Matas no es capaz de salir de ese ciclo vicioso de la letra dentro de la letra, y nos regala una y otra vez sus variaciones malabares de estos juegos endémicos.
Y Bolaño erige al fin su enorme monumento a la vida que es 2666, con este introito:
"La primera vez que Jean-Claude Pelletier leyó a Benno von Archimboldi fue en la navidad de 1980, en París, en donde cursaba estudios universitarios de literatura alemana, a la edad de 19 años. El libro en cuestión era D´Arsonval. El joven Pelletier ignoraba entonces que esa novela era parte de una trilogía (compuesta por El Jardín, de tema inglés,  La máscara de cuero, de tema polaco, así como D´Arsonval era, evidentemente, de tema francés), pero esa ignorancia o ese vacío o esa negligencia bibliográfica, que sólo podía ser achacada a su extrema juventud, no restó un ápice del deslumbramiento y de la admiración que le produjo la novela."
Cómo no hacerse bolañista tras leer esto en cualquier librería. En breve tocará acometer la segunda lectura por cierto.


 Pero ahora arroya como un tsunami (sí, ya sé que no es feliz símil) el nipón de Murakami con su 1Q84. Con su literatura encerrando más literatura; con otros libros dentro de su libro; con personajes unamunianos que están a punto de saberse personajes pindarellianos. "Quizás sea porque yo misma no existo" dice Aomame ya en el libro II. Y luego, haciéndose fuerte en la duda solipsista, se reafirma con  "Y yo no vivo en un mundo de ficción". 

Cómo no sucumbir ante el arriesgado órdago del editor Komatsu de cocinar -con la ayuda de su ghost writer Tengo- la obra definitiva que aún no había tenido  la suerte de encontrar.
Y a partir de ahí vemos cómo empiezan a construirse los distintos planos de este edificio. Leemos una novela "1Q84" cuyos personajes reescriben otra novela "La Crisálida de Aire".
Al principio creí acertar al pensar que los capítulos impares de la historia de Aomame no eran sino las páginas de La Crisálida de Aire que Murakami alternaba con la historia principal de Tengo en los capítulos pares. Pero no. No. Porque la reescritura de la Crisálida... ha sido en realidad el catalizador que ha reavivado en Tengo sus ansias creadoras para escribir una novela totalmente suya donde manipular su pasado. Y esa novela es la que se sucede en la parte de Aomame de los capítulos impares. Esa sí. Sí.
A partir de ahí, las referencias entre las tres novelas se suceden, es decir, entre las dos novelas de la trama y la propia 1Q84. Se cruzan, diluyendo sus tabiques; rezumando las mismas anécdotas y antecedentes en las tres narraciones. Las lunas mellizas, la sinfonietta de Janacêk, la secta Vanguardia, la litel pipol...


Murakami te hace firmar desde la primera página (y esto ocurrió ya en mayor medida con Kafa en la Orilla) un contrato en el que te comprometes a deglutir totalmente todo lo que te ponga en el plato. Incluida la suculenta receta "manga" de la Little People.
Acabado el libro Uno, sin descanso, sin pausa, me zambullo ya en las sísmicas páginas del Dos. Pero avanzo moroso. con miedo a terminar demasiado pronto, a saber demasiado rápido si Aomame se dispara en la sien o en la boca tras el encargo de Madame. Degusto como en cámara lenta la imagen de Aomame vendándose los ojos para practicar, cual marine novato, el mecánico reflejo de meter una y otra vez el cargador de su HK4 tras tirar de la corredora hacia atrás y quitar el seguro.
Y todo este condumio, de lo más sabroso, flotando en la sopa de la sinfonietta de Janàcêk, de la Pasión según San Mateo o del Clave bien Temperado.
Sigo pues con el II.
Aún recuerdo con estremecimiento que compré el libro casualmente el mismo 11 de marzo no sabiendo aún nada de la tragedia.


1 comentario:

  1. Ahi amigo, hacia tiempo que un libro no me rendia tan esclavo como 1Q84.
    Esos dos mundos paralelos,divididos entre realidad y irrealidad, con los protagonistas que se buscan pagina tras paginas hasta el epilogo final, el dramatic turn of events donde prevalece el mundo de la fantasia entre explosiones de violencia, matanzas y suicidios me envolvieron en un lazo de tiempo relativamente corto que cuando llegué a la ultima pagina......a la ultima palabra, ya estaba en internet buscando la fecha de entrega del LIBRO 3.
    La escalera de repente es la protagonista y el puente de una realidad alternativa. Porque Aomane mata? Porque Tengo vive en un limbo? Una historia dentro de otra historia nos envuelve y hace que nuestros corazones se vuelvan loco por instantes.
    Los temas son de primera, ejemplo el setarismo, que nos lleva atras con el tiempo, 1995 el recuerdo de las victimas causadas dal grupo "Aum".
    Y lo que más me impresionó de Murokami(nunca habia leido sus obras) la descripción de los personajes y sobretodo de los gestos, de las expresiones de la cara. Fantastico.
    Y luego de repente nos habla de un pastor aleman que come espinacas.......................Soberbio.
    Ya hablaremos..................

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