Con cierta aprensión, agarro el enorme conmutador con las dos manos y lo deslizo suavemente hacia arriba. Y ya está. No hay vuelta atrás. Se encienden las luces de neón del FRUCTION JAZZ SOUND HOLE. Ya sé, es un poco largo. Me he dejado una pasta sólo en el jodido luminoso, aunque qué diantres, al mal tiempo buena cara. Pero entrad, no os quedéis ahí ateridos, que es casi invierno. Sois pocos, y algunos no os conocéis. Casi todos tímidos, que no habéis abierto la boca los más ni para decir hola soy yo qué pasa. Otros vendrán quizás y asomarán la cabeza por entre las cortinas de la entrada después de ver el cartel con las bandas que se anuncian para esa noche. Quizás entren y se sienten hieráticos y espigados a la barra, o cerca del escenario por ver qué pasa. Pero los que aquí estamos vamos a ser la entrada fetén de cada noche de jazz-session. Los más de Bilbao o de Gipuzkoa; gallegos, emeritenses (espero), calagurritanos, algún guiri sevillano y madrileño…buena gente, sin duda. Mezclaos hasta el límite que os queráis permitir. Dejad primero los abrigos, que he puesto el termostato. Las pruebas están hechas y funciona todo. Las bandas han venido y esperan turno, son los del fondo. Algunos ya están muertos pero de igual forma os responderán llevándose el índice al sombrero si les invitáis a un bourbon. Siempre están sonriendo, y no hay drogas. Sólo alcohol, good-label-branded, es decir, convenientemente etiquetado. Cerveza, sólo Carling. Bueno, y San Miguel 0,0 just for Mauri. Los tragos son todos gratis, los cortos y los largos. Sólo hay dos ginebras: Hendricks, con su rajita de pepino, y la Martin Miller´s. Hoy no hay más por las prisas de ser el primer día, aunque café hay a raudales, que no quiero que os durmáis. Y una cosa: lo siento: se puede fumar. El FRUCTION JAZZ SOUND HOLE es lo que es: un garito de Jazz, y me niego a que huela a rosas. Antes de abrir las puertas cada noche se enciende la máquina de la nicotina para que ya el primer cliente se encuentre el ambiente cargado y tenga que entrar cortándo una atmósfera de ensueño, irreal por las luces de colores que he puesto yo mismo en el techo con estas manitas. Bueno, basta de cháchara, los músicos ya están probando, y están nerviosos por ser los primeros en hacer vibrar estas paredes aterciopeladas. Decidme la verdad, ¿Habéis visto un antro más bonito que éste? Las luces indirectas, los focos, los juegos de color, los cuadros, esas pedazo de camareras. Venga ya…! Lo decís por adularme…, bueno, vale, pedid algo en la barra.
Sé que cuando aventuré hace unos meses que me encantaría abrir el local, anuncié que seguramente lo haría con Joe Henderson, pero son tantos los temas que se agolpan en mis meninges luchando por ese privilegio, que he tenido que ceder ante los recuerdos de mis primeras sensaciones como escuchador de Jazz. Y más allá de los “standards” de Gillespie, o del inmortal Armgstron; más allá de la trinidad de Monk-Coltrane-Davis, más todavía de la religión profesada a Parker, a Brubeck y a Bill Evans, más allá de todo eso, digo, quiero abrir el telón con Art Blakey y los Jazz Messengers, con un tema del pianista Bobby Timmons, “Moanin”. Quizás sea la banda, que con su sonido Blue Note, me mantuvo por primera vez atento y servil a todas las piezas de un disco de jazz
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He elegido este video moderno más que nada porque muestra a un Art bastante mayor, hace ya unos 20 años, pero con un ritmo, una sonrisa y un empaque a la batería digno de aplauso en posición firme durante más de media hora. Al ser una formación muy renovada no podemos disfrutar del Wayne Shorter de “one by one”, o del fantástico trompeta Freddy Hubbard. Tenéis que saber que por esta banda –en activo durante más de veinte años- han pasado decenas y decenas de instrumentistas. Esos dos monstruos, Shorter y Hubbard, son los culpables de mi encandilamiento por los Messengers, sin duda alguna. Ya los invitaré para otras sesiones. Pero no me neguéis que ver y escuchar al blanquito Brian Lynch no ha sido una maravilla tocando la parte de Hubbard a la trompeta.
Bueno, espero que os haya gustado, y que la tonada de moanin´ os acompañe todo lo que queda de semana, que no os abandone y acabéis silbándola en la cola del Eroski sin saber a qué cuento viene a vuestros labios esa ambrosía de tonada..
Tomad otra copa, pues. Cuidad que la ceniza no dañe el paño. Que corra el aire, chicos. Me gusta este murmullo y el que aún no se haya roto ningún vaso. No arméis bulla y bebed con moderación. El negro armario de la puerta se llama Benson, y a una señal os puede llevar arriba y daros una ducha de agua fría hasta que volváis a tener las orejas limpias para Verónica Ferreiro. Jazz recién salido del horno. Con un primer disco LAIO, tras muchas tablas a la espalda. Esta no está muerta, y ha accedido a venir a la noche del estreno para que los que no están acostumbrados a los instrumentales se dejen llevar por la voz fantástica de alguien más cercano y muy fresco. Toda vuestra: Verónica Ferreiro. qué bueno este Stop your Step, oiga!!!!!!!! No se me acaramelen.
Bueno, pues dos temazos por sesión. No os podéis quejar. No cansa. No empalaga. No hago caja con vosotros. Sé que a algunos os habrá sabido a poco. Prometo volver a abrir las puertas. Y espero vuestra afluencia. Gracias por venir. Demoraos con los tragos y la compañía el tiempo que haga falta. FRUCTION JAZZ SOUND HOLE está siempre abierto para vosotros.
Fructus, aunque no escriba muchos comentarios a tus entradas, esta última es de la suficiente enjundia -no quiero decir que las otras no lo sean- como para dejarla pasar en silencio. ME UNO AL CLUB FRUCTION JAZZ SOUND HOLE, pillo sitio como se suele decir. Hasta soy capaz de mandar al carajo mi condición de fumador en paro y volver a soltar volutas virtuales que se fundan con los viejos cortinones del club.
ResponderEliminarCada post, cada temazo que nos regales y con los que nos adentres en el jazz a los profanos como yo, hará de mí otro ser; me involucraré y me sumergiré en esa primera fila de oyentes embobados, trago en mano, espectadores de la clase y la belleza que destilarán los etéreos e inmortales artistas que nos traigas a escena.
Salud y tres hurras a la iniciativa. No, si al final esto se va a convertir en un blog de referencia...
Streaker, sé que me viste y quisiste que te dedicara un tiempo que no tenía, tal era el combate de esa noche. Prometo tenerte guardado un asiento de honor en las primeras mesas, y sentarme contigo e invitarte a un Gin Tónic tras otro hasta que se nos salgan los pocos secretos a raudales. Ya sabes que sé de tu suave aversión al Jazz, por lo que tu post guarda un valor inmenso. Rockero de ley, ya veremos si eres capaz de no saltar a la pista y "shake it up" con el próximo invitado al FJSH. Tu agasajo me apabulla, amigo, take it easy, y dedícale un poquito a tú rincón, que lo tienes en barbecho inmerecido. No me dices nada del Wendigo de mi hermano. Dime qué te pareció el temita en acústico. Un abrazo, monstruo; y ya queda menos para el aniversario. Ya tú sabes que te rondaré para que no sea todo tan virtual, acuario.
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