Me acabo de comprar un bote de betún y me estoy embadurnando la cara de negro. Yo también quiero ser Black Gold desde que he conocido a Esperanza.
Si investigan por la red la encontrarán gobernando enormes contrabajos de tres cuartos y cuatro cuartos, y bajos eléctricos y acústicos con y sin trastes, jugando a perderse y a encontrarse con la voz y las armonias que toca a la vez en el instrumento. Con su enorme corona de pelo ensortijado como si fuera un aura de santidad jazzística, esta profesora de Berkley y de origen humildísimo está llegando, o quizás haya llegado ya sin duda a donde había de llegar.
Esperanza Spalding - "Inútil Paisagem" from Steve Lippman/FLIP on Vimeo.