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La mejor postura antiálgica

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martes, 18 de marzo de 2014




Hoy alguien me ha regalado a primera hora de la mañana una bolsa negra de "YogurTea". Una bolsita negra elegante y aparentemente hermetizada para prevenir su contenido de la luz y del aire exterior. Sin embargo, durante todo el día su fragancia suave y dulzona ha inundado el espacio de mi coche.
Me has alegrado la mañana, le he dicho.
Pues sí que necesitas tú mucho para que te alegren el día...
Cualquier cosa que se salga de la agenda y la someta a lo gratamente inesperado.
Parece ser que soy el único de la oficina al que le gusta el té. Los que gustan de infusiones, sólo toman Rooibos. Así que he debido ser por eliminación el afortunado que ha recibido la reluciente y acharolada en negro bolsita de YogurTea. Una preciosa bolsa de té diseñada como para un regalo. Un regalo con el que alguien obsequió a alguien sin tener muy en cuenta los delicados equilibrios de los gustos y aficiones que acaban por definirnos a las personas.
Eres la música que escuchas.
Eres el cine que ves.
Eres lo que comes.
Eres el té que tomas.
El obsequio ha pasado, pues, con éxito la prueba de ambientador de aire para automóviles.
Veremos si esta noche, cuando escancie el conveniente agua hirviente sobre la taza, se cumple o no la promesa de placer palatino.


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