Morales. Toda la película transcurre en el corazón de Morales. todo lo demás, el amor de Espósito y los ojos de su jefa, el naufragio de su alcohólico amigo, su novela, los trenes y la dictadura en Argentina, incluso la Pasión (tan brillantemente deducida en la escena del bar), todo, todo lo que no sea el dolor de Morales y su transfiguración queda relegado a telón de fondo, a un maravilloso paisaje donde lo que se cocina es la deshumanización de Morales. No hay mayor enajenación que la de este hombre desnudo de toda piedad, que durante veinticinco años ni siquiera dirige la palabra al asesino de su esposa, quien incluso llega a redimirse a nuestros ojos ante tamaño castigo.
"-Dígale al menos que me hable."
Te ha salido un post con spoiler incluido, Fructus, jeje...
ResponderEliminarSi te ha gustado la película te recomiendo el libro en el que está inspirada (digo inspirada porque guarda alguna diferencia con el original), de Eduardo Sacheri, está editada en Alfaguara...
Interesante blog el tuyo, te he enlazado en el mío para seguirte mejor...
Sí, Spoiler pero menos. Dudo que si alguien leyera esto al previo de la peli llegara a entender algo. Soy muy farragoso. Y además te habrás percatado de que inauguras los comentarios. Esta huerta hasta ahora era un ejercicio casi onanista. Se agradece la visita. Bueno en realidad, mira, tengo estos cohetes que encender, y esta bosa con serpentinas. Estás invitada a lo que quieras. Llévate también esta bolsa con manzanas y unas lechugas ecológicas muy ricas que me han salido.
ResponderEliminar¡Hey, Fructus! ¡Que viva el onanismo! Cuando no hay más público que la soledad, es lo que nos queda. Bueno, eso y alguna inopinada visita... salud, hermano.
ResponderEliminarstreakeredu.blogspot.com