La mordida gélida del otoño. Quedarnos tras los cristales o difuminarnos en la niebla, bajo la lluvia, buceando los procelosos charcos de lodo del Pagasarri.
Dormitar plácidamente sobre el sofá ojeando las últimas páginas de "Dies Irae" con el termostato dominical a 19ºC; o bajar a veinticinco km/h sorteando desdibujados menditzailes por la Cuesta del Silencio.
Scotty se agita en la distancia. Me llama. Acudo.
El italo-bilbaíno de nuevo se troca en la fundamental segunda pieza del tándem. Una de las mejores salidas.
Dolor.
Límite.
Frío y humedad.
Resistencia.
La tercera salida de la temporada y la más completa. ¿Sol? No gracias. Espero impaciente una buena nevada en el seno de nuestro Paga para que la Pierre y la Scott puedan cíclar hasta la justa recompensa. Ambrosia
ResponderEliminarHei, Maurizio.
EliminarBenvenuto.
Tu sai che noi siamo invencibile dai 2005.
Aspettaremmo la domenica per vedere la neve e andremo lá.