Iñigo la ha bautizado Sombra casi como en una premonición de lo que íbamos a ir buscando por las aceras en estos días pseudoestivales.
Y esta mañana entró el sol en la sala con oblicuos rayos y se mezcló con el Bob Dylan de Street Legal y Slow Train Coming. Y luego salimos a Cobetas los cuatro para comprobar que todo Bilbao había pensado como nosotros. Desistimos, y volvimos a casa con un pollo del Rally, al igual que otros domingos que se mezcaln y entremezclan en el pasado. Porque para eso están los domingos. Para fluir por ellos, melosos y somnolientos entre el rasgueo suave de las guitarras y las lecturas vagas de El País Semanal.
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